Una vacuna experimental contra el virus del ébola se acaba de probar con éxito en monos. Por primera vez, el doctor Gary Nabel y sus colaboradores del Instituto Nacional para la Salud de EEUU han conseguido inmunizar a un grupo de primates frente a una infección de este microorganismo letal.
En su opinión, es muy probable que una vacuna similar pueda proteger a los seres humanos contra este virus. El Ébola desencadena fiebres altas y hemorragias internas que generalmente provocan la muerte de sus víctimas en pocos días. Este virus apareció por primera vez en Zaire y Sudán en 1976, y desde entonces ha vuelto a resurgir en diversas zonas de África. La última epidemia se ha producido recientemente en Uganda, donde hasta el momento ya han fallecido más de 150 personas.
La expansión de este virus en el organismo humano es extraordinariamente rápida. De hecho, el sistema inmune casi nunca dispone de suficiente tiempo para generar una reacción defensiva frente a este microorganismo. Por lo tanto, la creación de una vacuna preventiva contra el Ébola es un objetivo crucial que se necesita urgentemente para impedir nuevas epidemias de este virus. El trabajo de Nabel y sus colegas, que se acaba de publicar en 'Nature', ha dado un gran paso adelante en esta dirección.
Primeros experimentos
Inicialmente, los investigadores llevaron a cabo una primera serie de experimentos con roedores, para probar la eficacia de su vacuna. La idea de estos científicos fue intentar estimular al sistema inmune de estos animales con dos ingredientes fundamentales: en primer lugar, un fragmento del ADN del Ébola, y en segundo lugar, un adenovirus que contenía varias proteínas de este microorganismo mortífero.
Con esta combinación innovadora, los resultados que se lograron con ratones fueron muy positivos. Tras inyectarles la vacuna, el sistema inmune de estos animales generó una cantidad muy alta de anticuerpos contra el virus.
A continuación, los investigadores pasaron a una segunda fase de experimentación con monos. Cuatro macacos recibieron tres inyecciones de la vacuna (separadas por intervalos de cuatro semanas), mientras otros cuatro animales no recibieron ningún tratamiento. Un mes después, se encontraron niveles muy altos de anticuerpos en la sangre de los monos que recibieron la vacuna. Además, para confirmar la eficacia protectora de esta técnica, los investigadores infectaron a todos los monos con la llamada variante Mayinga del Ébola.
Esta cepa del virus, que surgió en Zaire, es la que más muertes ha provocado en la población humana. En menos de una semana, los cuatro animales del grupo control murieron irremediablemente, ya que se encontraban totalmente desprotegidos ante el virus. Sin embargo, los monos que recibieron la vacuna superaron la infección del Ébola sin padecer ningún síntoma. Tras un periodo de observación que duró seis meses, todos ellos seguían perfectamente sanos.
Por lo tanto, los autores del trabajo consideran que este éxito experimental debería servir para desvelar los mecanismos inmunológicos que se necesitan para derrotar al virus del Ébola. De esta forma, quizás se pueda desarrollar una vacuna eficaz no sólo contra este microorganismo, sino también contra otros agentes similares que causan fiebres hemorrágicas.
Información extraída de El Mundo
4 comentarios:
Hola! he estado viendo tu blog y me parece muy interesante, además los vídeos están muy bien.
He leído varios de tus artículos y la verdad es que viendo lo terrorífico que es este virus, me tranquiliza un poco el hecho de que ya se esté avanzando en la búsqueda de posibles vacunas y en métodos para su tratamiento tan innovadores como lo es la terapia genética. Pero tengo una duda acera de lo que planteas en este artículo sobre la elaboración de una vacuna: “añadirle un fragmento del ADN del ebola e incorporárselo a un adenovirus”. Yo me pregunto lo siguiente: cómo es posible construir una vacuna en la que no sólo añades el virus del ebola, sino que también lo combinas con otro virus? Porque entonces esto sí resultaría mortal para el paciente o no? Porque en realidad al ponerle esta vacuna lo estarías infectando con el virus.
¡Hola María! En primer lugar, quería agradecerte que hayas visitado mi blog y me entusiasma saber que te parezca interesante y te guste.
En respuesta a tu pregunta, comenzaré definiendo el concepto de vacuna:
Una vacuna es una preparación de antígenos (parte de una bacteria o virus, generalmente una proteína), que una vez dentro del organismo provoca una respuesta del sistema inmunitario, atacando al antígeno por medio de los anticuerpos. Esto genera lo que se conoce como “memoria inmunológica”, de modo que, cuando el individuo entre en contacto real con el virus o bacteria, ya es inmune contra esa enfermedad.
En las vacunas van contenidas pequeñas dosis del antígeno, así tenemos diferentes tipos de vacunas:
- virus vivos atenuados
- virus o bacterias inactivados (muertos)
- toxina producida por una bacteria o virus (vacunas toxoides)
- sustancias sintéticas que contienen 2 antígenos combinados, formando una “molécula conjugada” (vacunas biosintéticas
Una vez definido lo que es una vacuna, pasaré a dilucidar el caso concreto que se expone en este artículo: “un fragmento del ADN del Ébola y un adenovirus que contenía varias proteínas de este microorganismo mortífero”:
Tomamos un adenovirus (aquel cuya material genético está en forma de ADN) y a continuación debemos realizar 2 pasos muy importantes y a la vez complejos:
- modificar la información genética de este adenovirus, al incorporarle el ADN del virus del Ébola, obteniéndose como resultado un “virus recombinante”.
- inocular el virus, es decir, se atenúa o inactiva el genoma viral para que deje de ser dañino o infeccioso, pero de forma que conserve sus propiedades antigénicas. El método más eficiente es usar un porcentaje más bajo de formalina, la cual funciona interactuando con los grupos NH2 en la adenina, guanina y citosina, que a su vez no participen en los enlaces hidrógeno. La formalina también reacciona con los grupos amino de las proteínas y con los enlaces cruzados de las cadenas de los polipéptidos. Lo que puede prevenir que la formalina llegue a los ácidos nucleicos y de ese modo disminuya su efectividad.
Luego será preciso seleccionar aquellos virus que fueron atenuados completamente.
Normalmente las “vacunas vivas” pueden replicarse en el huésped e inducir respuestas inmunes protectoras sin producir síntomas ó enfermedad.
Entonces al inyectarle este virus inoculado al paciente, se pondrá en alerta su sistema inmunitario porque reconocerá los antígenos del virus del Ébola y tratará de encontrar el anticuerpo adecuado para luchar contra él. Mientras tanto, teóricamente como el virus está debilitado, no puede causar infección en las células del organismo.
Aunque también es cierto que es muy complicado obtener un virus completamente inoculado, y por ello existiría la posibilidad de que éste siguiese siendo infeccioso y resultase incluso mortal para el paciente, de hecho ya ha habido casos, un ejemplo lo encontramos en la terapia genética aplicada en los pacientes con déficit de ornitina descarboxilasa.
Espero haber contestado a tu pregunta y haberte aclarado la duda, de no ser así hazmelo saber y trataré de buscar otra forma mejor para explicarlo. Y de nuevo MUCHAS GRACIAS por haber visitado mi blog y por tu comentario.
Realmente es un trabajo de mucho esfuerzo cientifico, donde se aprecia que se trabaja sobre el tema del virus ébola desde todos los puntos de vista,médico, social, económico, repito un trabajo muy profesional
Me gusta mucho tu blog y las invistigaciones que tienes, gracias.
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